
¡Trabajando ando!
20 febrero, 2025El segundo piso, igual al primero
Cuando uno advierte que algo va a pasar y sucede, no es necesariamente motivo de orgullo o alegría, sobre todo cuando se trata de algo negativo.
Hace unos meses comentaba que yo no tenía esperanzas en que el cambio de presidente fuera a traducirse en un cambio en la forma de gobernar y, hasta el momento, los acontecimientos confirman que Sheinbaum no es más que la mejor discípula de López Obrador y le sigue muy de cerca los pasos. Es quizás su mejor imitadora.
López Obrador incorporó a su gabinete a casi todos los exgobernadores priistas al gobierno después que éstos entregaran las elecciones a MORENA para agradecerles sus favores con la promesa del olvido a sus latrocinios en sus respectivos estados y ahora los ex gobernadores de MORENA son llamados también al gobierno de Sheinbaum lo que repite el esquema macuspano de perdonar pecados a cambio de lealtad.
Más recientemente, los señalamientos desmedidos e injustificados de Sheinbaum contra el periodista Ciro Gómez Leyva nos llevan directamente a recordar a López Obrador en sus días de gloria. Mi reconocimiento al periodista por su bonhomía al aceptar debatir con un fanático-lunático como Epigmenio Ibarra, típico seguidor del mesías; que no oye, no dice y no ve más allá de lo que él quiere.
Llama la atención esa manía de cubrir los errores y las pillerías de propios y extraños en el afán de “fortalecer” al movimiento, al proyecto de nación que dicen estar construyendo. En el pecado llevarán la penitencia, pues el pueblo noble también es sabio y a golpe de premiar el asalto a los dineros públicos por algunos exgobernadores priistas, panistas y funcionarios; a punta de perdonar sin juicio alguno la incapacidad, la corrupción o la complicidad con el crimen organizado —como es el caso del todavía hoy gobernador de Sinaloa—, irán mermando el apoyo del que hoy gozan de una tercera parte del electorado.
Pero todo eso es asunto del MORENA-gobierno. Los que no estamos acuerdo con la forma en que se está conduciendo al país a la catástrofe, no podemos esperar a que se caiga sólo, a que sus soportes se venzan por su incapacidad y sus errores. Debemos participar decididamente para cambiar las cosas y, como lo he señalado con anterioridad, el espacio para la participación es la política.
Y hacer política contraria a la propuesta del gobierno morenista no es posible desde los partidos que conocemos. Ni el PRI, ni el PAN, ni Movimiento Ciudadano actúan con independencia del gobierno, pues al que no está limitado por sus propios problemas legales derivados de la corrupción, es cooptado o perseguido por el Estado utilizando todas las posibilidades que el poder otorga.
Por eso les propongo que el próximo año conformemos un nuevo partido que rescate el valor de la política como instrumento para conseguir que la gente convierta en realidad sus exigencias de paz, empleo, seguridad y futuro. Un partido de la gente y para la gente,
Para ello nos vamos a organizar a través de coordinaciones estatales, por distrito electoral federal y local, por coordinaciones municipales y por alcaldía (en el caso de la Ciudad de México), cuya coordinación recaerá en personas que tengan interés en ocupar espacios en el ámbito correspondiente.
Vamos a invitar a los empresarios, productores del campo, familiares víctimas del irresponsable y criminal manejo de la pandemia y del abandono del sector salud, a quienes les están quemando sus negocios, granjas, ranchos, huertas, producto de la extorsión que junto con las autoridades presenciamos en todas partes, a los millones de mexicanos que no votan por una despensa o programa social, a jueces, magistrados, ministros e integrantes de los órganos autónomos que desapareció la 4T, a que también se sumen a estas coordinaciones en el país.
También invitamos a los familiares de los muertos por los abrazos a los criminales y balazos a los ciudadanos; a los familiares de los desaparecidos; a las mujeres violentadas ; a los periodistas y comunicadores que han sido vituperados por AMLO y cómplices en estados y municipios; a los estudiantes que quieren un México con oportunidades y una educación de calidad con sentido de estado; a los profesionistas que hoy también viven en la inseguridad y a los abstencionistas que también los están extorsionando y balaceando.
Somos millones de mexicanos los que queremos ver a México en paz y con futuro. Vamos a construir un México Nuevo juntos, con el cobijo de una organización política nueva, distinta por su seriedad y por su compromiso con todos los mexicanos sin distinción y alejada de las tentaciones personales o de grupo.
Vamos a hacer lo necesario para derrotar a MORENA en el 2027 y detener el derrumbe social y económico del país. Vamos a construir la fuerza capaz de llegar a la presidencia de México en el 2030 para dejarle a nuestros hijos un mejor país.